Crear y transformar críticamente: responsabilidad y compromiso del diseño

Resumen

El diseño, en el territorio de la sustentabilidad, se enfrenta a diversas condiciones de desarrollo, por lo que se deben analizar las condiciones bajo las cuales se llevan a cabo sus proyectos para crear y transformar en un entorno en el que el buen diseño tiene la innovación, la competitividad y la conciencia ecológica como valores añadidos. Las consideraciones sobre el diseño contemporáneo aluden al impacto que cada uno de sus productos implica en el medio ambiente y en la calidad de vida de los seres humanos, directa o indirectamente. El diseño del proyecto y por lo tanto su metodología, debe incluir, además de los recursos que se utilizan, cómo se procesan y cómo se reutilizan, reciclan o desechan, todo ello sin olvidar la importancia de la satisfacción de las necesidades de funcionalidad de los objetos y materiales, la eficacia de los espacios y la sencillez y claridad de la comunicación gráfica o visual. El diseño se ha convertido en el devorador voraz que se alimenta de la apertura de mercados, independientemente del usuario o destinatario y sin tener en cuenta cómo afectan sus acciones el ambiente. Uno de los grandes peligros de las nuevas políticas de diseño es precisamente el aumento de la producción de objetos inútiles en la obstrucción total del mercado, la generación de expectativas de consumo de objetos que en algún plazo se convierten en elementos fatales para el medio ambiente. Un juicio crítico sobre el buen diseño sería la reducción en lugar de la expansión, el retorno a la ideas de que menos es más, la sencillez en comparación con la complejidad, la simplicidad frente a la saturación, el uso de los recursos en lugar de los residuos, frente a la realidad o de la ficción, un reto de la sustentabilidad para los diseñadores arquitectónicos, industriales o gráficos.